jueves, 6 de mayo de 2010

MIS EJES HERMENEUTICOS




Biodisgénesis
Durante la historia, desde el primer momento que el hombre comenzó a ser, lo que percibía con él y su entorno, se dio a la tarea de hacer, desarrollar y modificar, todo lo que fuera necesario para satisfacer sus necesidades, las cuales varían de acuerdo al tiempo, el mismo hombre, la forma y la imagen entre diversos factores que ayudan al entendimiento de la obra humana. El hombre al darse cuenta de que la herramienta extiende sus habilidades, se comienza a preocupar no porque un objeto pueda más, sino por como poder mejorar ese objeto, el cual mejora cada día mas, idealizando en el fin de sus problemas, y cayendo en un círculo vicioso, corruptible, con relación al verdadero significado de la necesidad. Por lo cual le brinda a la maquina todo su esfuerzo y confianza para que esta responda a los deseos del hombre, los cuales cada vez son más complejos, como las máquinas, brindándoles a ellas, la posibilidad de decidir y pensar por sí solas, para evitarse la molestia de estar totalmente con ellas para el desarrollo de sus funciones que son las ordenes dictadas. Lo que posteriormente creara un problema cuando la maquina no responda a todas las órdenes que le dicta un amo, no superior a ellas en ningún sentido ya que tienen más capacidades físicas y sensoriales que el hombre deseo administrarles.

El hombre por medio de sus sentidos percibía el mundo y daba explicaciones a lo que creía y posteriormente entendía, idealizo su forma de vivir basado en hechos que él creía que estaba directamente relacionados con el, con la creación de la maquina después de haber visto que esta facilitaba ese proceso se vio en un cruce de tres momentos que en los ejes hermenéuticos quise desarrollar, primero hubo un tiempo natural, lo orgánico, donde el hombre lo que buscaba apuntaba a su realización como especie y teniendo de base su contexto la tierra; luego un tiempo artificial donde le dio mayor importancia a la materia que a él mismo, y por ultimo una era cibernética, donde ya no importa ni siquiera el , donde lo material ya es inmaterial no solo con lo objetual sino las relaciones con el mismo hombre; a la maquina se le brinda toda la importancia más que el hombre, el que se duerme esperando que esta simplemente cumpla sus funciones.
La creencia de que tenemos todas las posibilidades tecno-científicas para poder trabajar con el lado “bio” del humano constituye utopías y contrautopias, como posibles proyecciones del futuro. Incluso prevalecen los escenarios pesimistas respecto a lo que el mundo tecnológico puede ofrecer como la ética colocando al planeta como medio entre el hombre y la tecnología. Se nota claramente que la conciencia moral de unos tratando de preservar lo posible dentro de lo inevitable e impredecible. En este escrito veremos como el hombre idealizo la maquina como medio para facilitar su vida y sus procesos, pero está en se vino en su contra y no en beneficio de él.

La tecnología se supone que se hace para el desarrollo de la humanidad ¿pero la tecnología humaniza?; El hombre siempre ha estado en la búsqueda de su desarrollo, podríamos decir que con tres distintos momentos, uno es el natural orgánico, donde todo lo que rodea al objeto está relacionado con lo natural y con el medio totalmente contextualizado, lo artificial, donde el hombre abstrae lo natural y le da otros valores que cree que son naturales y por ultimo lo cibernético, que es la ausencia de materia y naturaleza para ser creada toda por el hombre y supuestamente en beneficio del mismo. Las maquinas nos han ayudado mucho para el desarrollo de la especie, gracias a ella tenemos más velocidad para hacer las cosas, más eficiencia para recibirlas, podemos viajar a diferentes lugares desde una silla, podemos comunicar más rápidamente, podemos cada día hacer más cosas en pro del desarrollo de la especie. ¿Pero cuando llegara el día en que la tecnología satisfaga las necesidades del hombre?; constantemente buscamos ese objetivo, para pretender una vida libre de problemas, pero cómo evoluciona la tecnología el hombre va generando nuevas necesidades por ende no hay un equilibro entre estas.
Pero no siempre se ha pensado la tecnología como medio de salvación o progreso de la humanidad por ejemplo el relato del aprendiz de brujo, que aparece por primera vez en Luciano, ha pasado a la posteridad no solo por obra de Goethe, quien lo recreo en una balada, sino principalmente, por el famoso scherzo de Paul Dukas y la posterior animación de la música de estos compositores, por obra de Walt Disney en su película Fantasía. El tema del relato es el de un personaje que viendo a un mago hacer maravillas intenta en su alejamiento temporal hacer lo mismo con desastrosas consecuencias.

n un castillo de altas torres y sólidos puentes levadizos, vivía en tiempos muy antiguos un hechicero que pasaba sus días encerrado estudiando fórmulas y preparando brebajes. Nadie entraba nunca al castillo. El viejo brujo no admitía otra compañía que la de Trylbi, su pequeño ayudante ingenuo y fiel, incapaz de traicionar ningún secreto de su amo, entre otras cosas porque en su simplicidad, no entendía jota de cuantos signos escribía su maestro en un grueso libro mientras hacía sus experimentos.
En busca de un polvo que necesitaba partió un día el brujo para un largo viaje, no sin antes hacer mil recomendaciones a Trylbi. No quería que nadie penetrara en la torre del castillo donde tenía su laboratorio y guardaba los secretos de sus fórmulas. Trylbi prometió ser discreto y el mago abandon6 el castillo. No pas6 mucho tiempo antes de que el pequeño ayudante se sintiera picado por la curiosidad, y despacito, despacito, subió a la torre. Sobre la mesa estaba el viejo libraco de las anotaciones del brujo. Trylbi pensó que con la ayuda del libro, quizás también pudiera realizar alguna magia. Se puso la negra túnica de su amo y trepado a un banquito, comenz6 a leer.
No entendi6 ni una palabra; aquellos raros signos no tenían sentido para él. Sin darse cuenta, se puso a leer en voz alta, ignorando que se trataba de palabras mágicas de las que se servía el mago, y, de pronto, el balde y la escoba se presentaron ante él, esperando sus órdenes. Trylbi se asustó un poco, pero enseguida tuvo una idea. Mucho trabajo era buscar agua necesaria para la limpieza, como le había ordenado su amo, pero era preciso hacerlo. Contemplando el balde y la escoba, les orden6 que le trajeran agua, y con gran alegría se vio obedecido.
El balde iba y venía y Trylbi silbaba muy contento viendo cómo la escoba realizaba la tarea. De pronto advirtió que ya la cantidad de agua era suficiente y pidió que no trajera más. Pero el balde obedecía sólo a las palabras mágicas y prosiguió diligentemente su misión. Trylbi comenz6 a impacientarse. Inútil era que le hablara en todos los tonos, desde el de mando al de súplica. El agua inundaba ya el piso y corría escaleras abajo.
La impaciencia que sinti6 Trylbi al comienzo se transforma en terror. El agua caía en cascadas, llenaba las habitaciones, inundaba la casa, y el balde seguía trayendo cada vez más. Tryibi sentía ya que el agua le llegaba al cuello, y trataba desesperadamente de nadar, mientras a su alrededor flotaban frascos, vasijas, cajas y las mil cosas del laboratorio. Y cuando ya creía que su fin era seguro, apareció el brujo. Vio al momento lo que pasaba y sin perder un segundo pronunció las palabras mágicas que detuvieron el hechizo. Gracias a esta oportuna llegada, Tryibi se salvó de una muerte segura, a la que lo hubiera llevado su imprudencia. Pero no pudo escapar a la severa reprimenda, que por cierto, tenía bien merecida, de su maestro y señor

Del mismo modo de la metáfora de aprendiz de brujo, se ve reflejada desde Luiciano una preocupación por esa dependencia he importancia que le damos a los objetos, son diferentes interpretaciones las que se desarrollan alrededor, como las de Gothe o las de Dukas, pero se aprecia claramente lo que quieren comunicar con dicho mensaje. Desde que el hombre se dio a la tarea de proyectar en los objetos el fin de sus preocupaciones no solo le ha dado la importancia de su conocimiento a esta sino un valor sentimental efímero que varia con el tiempo y cada vez mas resumido, en la medida de que quiere con este relaciones momentáneas que llenar su vacío existencial. La Biodisegenesis se entiende pues como ese des origen del hombre, que comenzó como algo natural, con relaciones con materia natural, y posteriormente conoció lo artificial y creo naturaleza artificial y se dejo seducir el gusto que las maquinas le ofrecían, como el sedentarismo, hoy por hoy objetivo claro de las culturas supuestamente más desarrolladas; Anteriormente antes de las grandes maquinas el hombre para la creación de sus estructuras tenia las herramientas y su conocimiento, sus antiguas edificaciones eran mucho más complejas, detalladas y con mas valores cognoscitivos que los actúales donde la maquinaria es tan desarrolladas que ni siquiera se necesita la intervención total del mismo hombre; ¿No es extraño esto? El hombre se supone que evoluciono en el proceso de transformación de la materia, pero actualmente vivimos en un mondo que necesitamos de las maquinas para hacer todo, y estas no poseen algunos valores que nosotros sí, aunque el científico trabaja cada día para hacerla más a su imagen y semejanza, como dice Thomas Kuhn "Aunque el mundo no cambie con un cambio de paradigma el científico trabaja en un mundo diferente" lo que hace esto es ponernos una venda en los ojos pretendemos creer que con más desarrollos somos más humanos, que entre más nos acercamos a nuestros deseos banales somos más independientes de un supuesto Dios, pero acaso el hombre se ha preocupado por lo que hace en una tierra que supuestamente se le permitió administrar? Asociándolo a esto Sr.Dunan dice "Las leyes fisicoquímicas son ciegas y brutales" lo que encontramos es Incoherencia y caos, lo mismo que le paso al aprendiz de brujo cuando despertó y se dio cuenta que su supuesta obra prefecta había fallado, y que ya no la podía controlar. Así mismo puede ocurrir con la maquina, incluso Heidegger nos habla de que esa supuesta tecnología que desarrollamos era para liberarnos pero al contrario nos volvimos tan dependientes de ella que antes nos ato, “Nos engañamos de la peor manera si creemos que el dispositivo tecnológico que hace funcionar el mundo actual es un instrumento que nosotros manejamos como el carpintero maneja el martillo”. Con esa venda nos despertamos y nos dormimos pero llegara el día en que despertemos y no podamos volver a dormir ya que no vamos a ser capaces de controlar esa máquina que pusimos a funcionar, adaptándole todas las características similares de nosotros, incluso mejorándolas, olvidando ese origen natural al que pertenecemos, corrompidos por la vanidad y el deseo de supuesta superioridad, lo que Llordi Lovet dice "El hombre de la sociedad industrial no es un descubridor sino destructor de la naturaleza... manipulador poseído por el deseo delirante de construir otra naturaleza y sustituirla de la verdadera”. Esa sustitución es la cual nosotros mismo encaminamos, alienamos, decidimos y ya adoptamos, para la realización de nuestras vidas, procuremos que el día que la maquina domine al mundo no sea tan pronto, debemos ser capaces de entender este mensaje desde la simplicidad de estos días y la complejidad de los venideros.


pero cada vez más el hombre pierde conciencia con relación a esta permitiendo y dándole más capacidad a lo objetual que a el mismo

El imaginario de las posibilidades tecnocientíficas de la biomedicina construye utopías y antiutopías, paraísos e infiernos sobre la Tierra como proyección del futuro. Pero sin duda predominan los escenarios pesimistas respecto a la apreciación del progreso en el mundo tecnológico, que une la ética al porvenir como responsabilidad planetario. En este sentido vale analizar las "bioficciones negativas" en la literatura de ciencia-ficción biomédica, pues son las formas originarias de la conciencia moral para preservar lo posible dentro de lo imprevisible (1).
De esas bioficciones negativas, tres configuran fantasmas habituales en la vida del laboratorio y prestan argumentos sistemáticos al debate bioético de nuestros días.
La primera es El Aprendiz de Brujo, leyenda popular europea sobre la que Goethe escribió la balada homónima, y que representa la fantasía de los bioazares o la biocatástrofe, es decir, los efectos indeseados o no queridos de la biotecnología. La segunda es Frankenstein o el moderno Prometeo, la famosa novela de Mary Godwin, que personifica la biodisgénesis teratogénesis, el engendro del monstruo que se vuelve contra su autor. La tercera es Un Mundo Feliz Mundo Feliz, el libro más recordado de A. Huxley, pintura satírica de la biocracia, o la sociedad gobernada por el poder biológico como nuevo orden de la vida (2).
Durante la historia, desde el primer momento que el hombre comenzó a ser, lo que percibía con él y su entorno, se dio a la tarea de hacer, desarrollar y modificar, todo lo que fuera necesario para satisfacer sus necesidades, las cuales varían de acuerdo al tiempo, el mismo hombre, la forma y la imagen entre diversos factores que ayudan al entendimiento de la obra humana. El hombre al darse cuenta de que la herramienta extiende sus habilidades, se comienza a preocupar no porque un objeto pueda más, sino por como poder mejorar ese objeto, el cual mejora cada día mas, idealizando en el fin de sus problemas, y cayendo en un círculo vicioso, corruptible, con relación al verdadero significado de la necesidad. Por lo cual le brinda a la maquina todo su esfuerzo y confianza para que esta responda a los deseos del hombre, los cuales cada vez son más complejos como las máquinas, brindándoles a ellas la posibilidad de decidir y pensar por sí solas, para evitarse la molestia de estar totalmente con ellas para el desarrollo de sus funciones que son las órdenes dictadas. Lo que posteriormente creara un problema cuando la maquina no responda a todas las órdenes que le dicta un amo, no superior a ellas en ningún sentido ya que tienen más capacidades físicas y sensoriales que el hombre deseo administrarles.

El hombre por medio de sus sentidos percibía el mundo y daba explicaciones a lo que creía y posteriormente entendía, idealizo su forma de vivir basado en hechos que él creía que estaba directamente relacionados con el, con la creación de la maquina después de haber visto que esta facilitaba ese proceso se vio en un cruce de tres momentos que en los ejes hermenéuticos quise desarrollar, primero hubo un tiempo natural, lo orgánico, donde el hombre lo que buscaba apuntaba a su realización como especie y teniendo de base su contexto la tierra; luego un tiempo artificial donde le dio mayor importancia a la materia que a él mismo, y por ultimo una era cibernética, donde ya no importa ni siquiera el , donde lo material ya es inmaterial no solo con lo objetual sino las relaciones con el mismo hombre; a la maquina se le brinda toda la importancia más que el hombre, el que se duerme esperando que esta simplemente cumpla sus funciones.






http://www.elabe.bioetica.org/14.htm


El aprendiz de brujo", en Leyendas Universales,Editorial Sigmar, Buenos Aires 1961, p.37